Testimonio «La vida consagrada no es supervivencia, es vida nueva»

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Hna. Patricia la primera de izquierda a derecha. Junto a las hnas. Fernanda, Rocío y Sibilina.

Hola, mi nombre es Hna Patricia y quiero compartirles que el próximo 19 de marzo, solemnidad de nuestro querido Patrono San José, haré mi profesión perpetua en esta familia religiosa de las Hermanas Dominicas de San José.

He elegido la cita de la Primera Carta de San Juan “Él nos amó primero” porque creo que, de alguna forma, sintetiza mi historia de encuentro con Jesús, en medio de búsquedas e inquietudes, donde parecía que sólo uno es quien da los primeros pasos… luego me dí cuenta (mejor dicho, el Señor me hizo dar cuenta) que es al revés: Él tiene la iniciativa, Él esperaba mis tiempos y procesos, Él estaba a mi lado y me ama tal cual soy!!!! La tarea no consistía tanto en buscar, sino en dejarse encontrar…

Es así que encontré o mejor dicho me dejé encontrar por Jesús en muchos lugares, principalmente en mi familia y en tantos espacios y momentos: las Niñas Guías (grupo juvenil en el que participé de niña hasta adolescente); en la Parroquia San José de mi barrio, allá en Alvear, Provincia de Mendoza; en la universidad, en el carisma salesiano y en mis hermanas de congregación quienes me acompañan en esta vocación religiosa a la que he sido llamada.

me dejé encontrar por Jesús en muchos lugares…

El Señor es siempre quien da el primer paso y por medio del Espíritu podemos reconocerlo en nuestra vida, no con gestos extraordinarios, sino en lo cotidiano de cada día. Les comparto que las hermanas al comenzar cada jornada, en la oración de la mañana, ofrecemos las horas del día, y ahí le pregunto a Jesús ¿dónde voy a encontrarte hoy? ¿dónde te me vas a revelar? En el gesto de una persona, en la sonrisa de un niño, ¿en la pregunta de un alumno? ¡¡¡Y al acabar el día, me sorprendo de los muchos momentos que he tenido de encuentro con Él!!!  ¡A veces pasan desapercibidos, pero hay que estar atentos!!!!

Termino tomando prestadas las palabras de la última parte de la homilía de nuestro Papa Francisco del 2 de febrero de este año, fiesta de la Presentación del Señor y Jornada Mundial de la Vida Consagrada:

“… Esto es la vida consagrada: alabanza que da alegría al pueblo de Dios, visión profética que revela lo que importa. Cuando es así, florece y se convierte en un reclamo para todos contra la mediocridad: contra el descenso de altitud en la vida espiritual, contra la tentación de jugar con Dios, contra la adaptación a una vida cómoda y mundana, contra el lamento, la insatisfacción y el llanto, contra la costumbre del «se hace lo que se puede» y el «siempre se ha hecho así»: estas frases no se acomodan a Dios. La vida consagrada no es supervivencia, no es prepararse para el “ars bene moriendi”: esta es la tentación de hoy ante la disminución de las vocaciones. No, no es supervivencia, es vida nueva. “Pero, somos pocos…”; es vida nueva. Es un encuentro vivo con el Señor en su pueblo. Es llamada a la obediencia fiel de cada día y a las sorpresas inéditas del Espíritu. Es visión de lo que importa abrazar para tener la alegría: Jesús…”

Les pido que me acompañen con su oración en este tiempo de preparación para mi consagración para siempre a Jesús al estilo de nuestro Padre Reginaldo Toro, muchas gracias!. Con cariño fraterno en Jesús, María y José

Hna Patricia María de San José Hoshida op

“¿Dónde te voy a encontrar en este día, Señor?”