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Fundador

Los fundadores y fundadoras han sentido en sí la compasión que embargaba a Jesús al ver a la multitud como ovejas extraviadas, sin pastor. Así como Jesús, movido por esta compasión, ofreció su palabra, curó a los enfermos, dio pan para comer, entregó su propia vida, así también los fundadores se han puesto al servicio de la humanidad allá donde el Espíritu les enviaba, y de las más diversas maneras: la intercesión, la predicación del Evangelio, la catequesis, la educación, el servicio a los pobres, a los enfermos…(CARTA APOSTÓLICA DEL SANTO PADRE FRANCISCO A TODOS LOS CONSAGRADOS CON OCASIÓN DEL AÑO DE LA VIDA CONSAGRADA).

La fantasía de la caridad en el Padre Reginaldo no ha conocido límites y ha sido capaz de inventar medios para suavizar la humanidad sufriente, fruto de su compasión es la fundación de la Congregación de Hnas. Dominicas De San José “ Pues el espíritu de este Instituto es el de caridad y sacrificio en bien de la humanidad sufriente. “(P. Reginaldo) “Prontas siempre al sacrificio por suavizar las míseras dolencias de la humanidad que sufre y gime bajo las necesidades primordiales del corazón humano” (P. Reginaldo).

Las Hnas. Dominicas y tantos jóvenes, niños y docentes lo consideran un verdadero padre, que dejó un legado de amor: custodiar y abrazar la vida como San José. Es una herencia que se actualiza en cada Hogar de Niñas, en cada Colegio, en la misión, en la oración, en la escucha paciente, en el acompañamiento, en la formación y educación “Tenemos (…) una misión:¨Enseñar al que no sabe¨, Educar y enseñar a la juventud, preparar su corazón y su inteligencia para recibir esos golpes que la sociedad con frecuencia descarga sobre el débil y desprevenido.” (P.R).