Reginaldo en Comunidad

Cuando pensamos en el Padre Reginaldo Toro como ser humano, como fundador y pastor, lo pensamos “en comunidad”. Su vida como fraile de la Orden de Predicadores nos confirma cuánto luchó para instaurar la “Vida Común” y el orden para restablecerla, cuando este bien espiritual estaba perdido, en crisis.

Nació en una comunidad, la familia Toro-Mendoza. Creció, se educó y descubrió su vocación en una comunidad, la Dominicana; para fundar su sueño el de una gran comunidad de religiosas destinadas a abrazar a la humanidad doliente, confió en amigos y familias cercanas que lo ayudaron a fundar la Congregación de las Hnas. Dominicas de San José. Como Obispo fue el Pastor de la “comunidad diocesana Córdoba-La Rioja.”

La “vida en común” es igual a “fraternidad” o lo que llamamos “comunión fraterna” que sale de los corazones animados por amor, la caridad. Nuestro Padre Reginaldo fue un gran promotor de la vida comunitaria.

Este legado ya está impregnado en las comunidades Dominicas fundadas por Él en Argentina (Córdoba, Corrientes y La Rioja). Hay festejos y celebraciones propias que llevan su nombre como la “Regifest” donde niños y jóvenes se divierten aprendiendo el valor de la fraternidad.