Encuentro Nacional de Juventud 2018 (25, 26 y 27 de Mayo).
Comenta: Hermana Antonella, Comunidad Dominicas de San José
Cada una de las hermanas que participamos fue percibiendo diferentes momentos como significativos, pero coincidíamos que la Adoración fue el momento más fuerte de silencio y oración, considerando que éramos muchos en el lugar.
Las celebraciones y misas muy cuidadas, homilías sencillas que interpelaban. Se notó la mirada comprometida sobre la historia de la Iglesia joven en nuestro país, de aquellos que en 1985 y con la presencia de Juan Pablo II iniciaron este camino con mucha dificultad y también el recuerdo de todo el recorrido de los años previos a este Encuentro.
La peregrinación entre oración y cantos que inició en el Monumento a la Bandera transcurrió con mucho respeto por la fiesta Patria del 25 de mayo.
Vimos gestos de fraternidad en todo momento entre las diferentes Regiones de la Iglesia en Argentina. También las hermanas Siervas de Jesús nos recibieron muy bien y con mucho cuidado en los detalles, venía a mi memoria en esos instantes el aprecio que nuestro padre Reginaldo nos inspiraba la importancia “de tener a todos los carismas de la Iglesia”.
Es mucho para compartir lo vivido, escuchar a los jóvenes tan claros y concretos en sus búsquedas, desafíos y planteos fue muy interpelante. También la presencia de la Vicepresidente de la Nación Gabriela Michetti y de la Intendenta de Rosario Mónica Fein con mensajes contundentes a favor de la vida.
Nos llamaba la atención por otro lado la poca difusión de los medios del lugar hacia un evento de tanta cantidad de gente, pero aunque no se vio filmación los jóvenes se hicieron sentir en las calles de Rosario, con un mensaje silencioso tal vez pero eminente como el grano de mostaza que siendo pequeño desaparece en tierra para crecer luego y albergar a muchos.