En el programa Sal y luz, de Radio María el pasado mes de agosto, Hna. Sonia habló de Fray Reginaldo, su vida y el estado en la causa de los santos,que se encuentra en inicio.
Haciendo un breve recorrido por su vida, madre Sonia contó que desde pequeño Angel José, estuvo en contacto con los frailes dominicos, en la ciudad de San Miguel de Tucumán, ya que sus padres trabajaban en el convento, allí mismo comienza a estudiar. Siendo adolescente quedó huérfano de padre «hecho que marcó su vida» y desde entonces Dios fue preparándolo como padre y pastor. Ya en la ciudad de Córdoba,siendo un joven fraile y sacerdote, se desempañó como maestro de novicios. En su familia había alimentado su fe, su devoción al Santísimo Rosario y a San José.
Destacó que decían de Reginaldo que era una «persona silenciosa, pensante, contemplativa, de acción muy segura, firme«, «observador de las necesidades de su época«, tenía la «mirada contemplativa«, «muy serio en apariencia pero con un corazón de padre« dijo citando el decir las primeras religiosas. Su acción fue prolífera hasta su muerte. Se ocupó de la educación de las niñas, especialmente de las que carecían de medios para acceder a la misma, y les ofrecía un «lugar donde vivir».
Respecto a su compromiso social, Hna. Sonia expresó que «no se quedaba callado, que defendió la educación en la fe, el matrimonio, a los sacerdotes presos… que nunca fue al choque porque supo dialogar, defendiendo la verdad. Esto le valió muchas críticas, aunque también fue muy querido». «Ayudó a recomponer las relaciones de la Santa Sede con el gobierno nacional liberal que había expulsado al Nuncio«. Destacó también que «buscó el bien común en la Iglesia y en la Patria porque amó entrañablemente«.
Respecto a la causa expuso que se está cerrando la etapa de recopilación de sus escritos, una labor realizada por la Historiadora Liliana de Denaro. El siguiente paso será la presentación al Arzobispo Mons. Ñañez, para que apruebe e introduzca la causa. Es una etapa para darlo a conocer y pedir por su intercesión la gracia que necesitamos.
Hna. Sonia terminó la entrevista alentando a tomar elementos de la vida de Reginaldo que pueden ayudarnos mucho en estos tiempos que son muy similares a los vividos por él a fines del siglo XIX. Destacó
- «el diálogo y la comunicación,
- la apertura de corazón y la compasión
- el animarse a abrir espacios de encuentro social, familiar, religioso, de todos los ambientes».
Cada 1° de noviembre, la Iglesia recuerda a todos los santos, y la Iglesia en Argentina organiza ya hace 25 años la Jornada de oración por la santificación del pueblo argentino y la glorificación de sus siervos de Dios. Este año el lema de la misma es «San José, con corazón de Padre, custodia a nuestro pueblo».
Seguimos rezando por la pronta glorificación de nuestro padre Reginaldo, y pedimos que «bendiga y proteja a sus hijos«.
Leemos en el Catecismo de la Iglesia Católica, 2013:
Todos los fieles, de cualquier estado o régimen de vida, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad» (LG 40). Todos son llamados a la santidad: ´Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto´(Mt 5, 48)
Para alcanzar esta perfección, los creyentes han de emplear sus fuerzas, según la medida del don de Cristo […] para entregarse totalmente a la gloria de Dios y al servicio del prójimo. Lo harán siguiendo las huellas de Cristo, haciéndose conformes a su imagen y siendo obedientes en todo a la voluntad del Padre. De esta manera, la santidad del Pueblo de Dios producirá frutos abundantes, como lo muestra claramente en la historia de la Iglesia la vida de los santos (LG 40).