El Padre Reginaldo las pensó como MADRES

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18 de Octubre de 2019. Comunicación @PadreReginaldoToro. Día de la Madre.

Cuando hacemos referencia a la maternidad pensamos también en las Hermanas Dominicas de San José, madres con hábito de dos colores, y una historia de 133 años abrazando y custodiando la vida, esa es su identidad, madres y educadoras.

Nuestro Padre Reginaldo pensó a la comunidad de hermanas, sus Hijas, como madres, porque abrazar y custodiar la vida, es lo propio de la vocación maternal.

A la muerte de la Hna. Imelda, el Padre Reginaldo Toro les dirá en su mensaje de despedida, “Hoy baja a la tumba una criatura de una abnegada y resuelta,  virtud religiosa capaz de  renunciar a todo y a su misma existencia por curar las dolencias corporales, a la vez también las espirituales”, reconoce y valora el servicio de esta gran mujer y religiosa.

En la hermana Imelda vuelve a recordar su ideario de vida, el programa de servicio misionero “suavizar y endulzar las heridas buscando el bien de la humanidad”.

“Vosotras habéis ido con ella a la casa de los enfermos y la veíais inventar medios para suavizar y endulzar los pesares que aquejan a los enfermos. Vosotras hacíais lo que Dios enseñó a ella y a vosotras, que tanto empeño ponéis en servir a Dios sirviendo a la humanidad”.

“Dios te salió al encuentro”, expresa el Padre Reginaldo en esa carta, como salió al encuentro de tantas hermanas de la misma familia religiosa que asumieron su maternidad para dar a luz soluciones que abriguen a tantas mujeres y niñas, en situación de abandono, que llegaron a sus  vidas para tomarlas entre sus brazos, luego entregárselas a la Virgen y trabajar con amor para salir adelante.

El Hogar De la Virgen del Milagro de Córdoba, cumple 122 años de fundación, el Hogar Nuestra Señora del Carmen (La Rioja), 121 años y el Hogar Sagrado Corazón de Jesús (Corrientes), 70 años; una vida dedicada desde los Hogares para cuidar, custodiar la VIDA.

Ellas saben, como las madres que dieron a luz, de dolores y alegrías para criarlas, levantarse de noche, llevarlas al médico, acompañar la educación, la adolescencia, sus crisis, sus dolores y también sus logros.

Esa es la maternidad que el Padre Reginaldo Toro  quiso para el primer grupo de hermanas Terceras Dominicas, asumiendo incluso que no sabía cómo Imelda lo había logrado “La caridad era grande- Un don especial en su modo de asistir con sus hermanas a los enfermos. Yo no sé cómo hizo”.

Le  agradecemos su sueño maternal, ejemplo claro  que tal vez recibió de su madre o abuelas y que hoy inspira a muchas mujeres, hijas y nietas a dar lo mejor.

Reginaldo Toro pensó a las Hnas. Dominicas de San José como madres, para cuidar a los hijos; es la entrega de la propia vida, un desafío que se alcanza con la Gracia” (Monseñor Carlos José Ñáñez Arzobispo de Córdoba, en la homilía del 21 de Agosto de 2019, con ocasión de los 25 años de Vida Religiosa de M. Rosana Arnaldi).