AÑO JUBILAR DOMINICANO
Fray Gerard Timoner, Maestro de la Orden, nos invita este año a celebrar a santo Domingo «como un santo que disfruta de la comunión en la mesa con sus hermanos, reunidos por la misma vocación de predicar la Palabra de Dios y compartir el don de Dios de la comida y de la bebida«. La Familia Dominicana se prepara como familia a celebrar el Jubileo por los 800 años de la Pascua de Santo Domingo, para ello viene rezando, y realiza encuentros a la manera de hoy, virtuales y ocasionalmente presenciales en grupos reducidos.
Fray Reginaldo, hijo de Santo Domingo nos habla de él, de su Padre, para prepararnos también, cada uno a este acontecimiento de gracia que es el Jubileo.
«Padre de una inmensa familia de santos, cuyo espíritu progenitor repartido entre todos, los hizo dignos de Dios, de la verdadera grandeza y dignidad santa. Siendo la grandeza de cada uno de esos sus hijos santos, la de todos ellos, la única y verdadera imagen de la grandeza y santidad de Domingo. ¡Este Patriarca insigne!»
Reginaldo tenía muy presente la imagen de la Familia Dominicana, una familia de santos, de frailes, religiosas y laicos. A esta familia pertenecía con orgullo. Admiraba a Domingo, y a sus hijas, las Dominicas De San José, les insistía una y otra vez: «Vosotras sois de la Familia Dominicana, sois pues, Religiosas Predicadoras…». Así iba grabando en cada una el sentido de pertenencia con otros, de la gran mesa de Domingo.
Cuando hablaba de él, impresionado por su figura lo describía así: «Gran Padre de Predicadores», «coloso gigante Domingo de Guzmán». No encontraba las palabras para describir la grandeza de Domingo. Él lo reconoce cuando dice: «Me encuentro, carísimas hermanas, como el inexperto geómetra sin poder medir lo que excede el alcance de mis manos».
Domingo, al igual que Jesús…
Fascinado con la persona de Domingo, le llamaba la atención su vida, gestos y también su muerte. Con admiración expresa: “¿Dónde buscaréis a Domingo?… lo encontraréis siempre haciendo obras de Caridad , vais a las plazas, predicando, vais a los hospitales, curando, vais a los liceos, enseñando, vais al templo, instruyendo en los deberes católicos, vais a los desiertos, divulgando la ley del Evangelio, vais a la tierra de los paganos, rescatando cautivos, vais a la casa del enfermo, suavizando las dolencias de la miseria humana. Lo encontraréis en las cárceles, en la choza del indigente, en la cabecera del moribundo, en la vivienda de la viuda desolada. ¿En dónde más?…
Lo hallaréis combatiendo las herejías, sosteniendo el derecho de los ciudadanos, buscando las almas extraviadas, atrayéndolas al redil de la Iglesia, Domingo es todo para todo, y nada deja para sí, porque se ha entregado en cuerpo y alma. Su espíritu trabajando en lo escondido y uniéndose con Jesús para ser alimentado…
Ya veis, carísimas hasta donde va su grandeza que no contento con servir al género humano viviente, se ha ido hasta el último momento hasta la eternidad para suavizar las penas del purgatorio por las riquísimas indulgencias que la Iglesia da a la devoción más especial del Santísimo Rosario.”
Reginaldo nos lleva a la mesa…
Santo Domingo es el Padre de nuestra gran Familia Dominicana, él intercede por cada uno y nos reúne especialmente este año jubilar para recordar que no somos huérfanos, que tenemos hermanos y hermanas, que no estamos solos en estos tiempos difíciles de pandemia, de angustias e incertidumbres. Reginaldo nos acompaña en el camino con Jesús, nos lleva a la mesa. Domingo nos reúne a la mesa, a la mesa de la Eucaristía, a la mesa del encuentro cálido con los demás ya sea virtual o presencial. Como sea, este año, estamos llamados a descubrirnos familia.
Reginaldo pedía a Domingo que no se olvide de sus hijas, de sus devotos, de los tiernos corazones que alaban a Dios.
“Cumple Padre tu palabra y alcanzadnos de lo alto que imitemos tus virtudes y vivamos reconociendo la protección de Jesús, María y José acá en este valle de lágrimas, y después nos llevéis a la felicidad eterna que para todos deseo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.”
NOTA: Citas textuales de fr.Reginaldo de «Padre Reginaldo, su vida, su obra y su misión». IX. Devociones
INVITACIÓN AL ENCUENTRO VIRTUAL DE FAMILIA DOMINICANA
Tema: En torno a la mesa con Santo Domingo
Hora: 15 may. 2021 10:00 Buenos Aires, Georgetown
PARTICIPÁ DEL ENCUENTRO, sentate a la mesa!! Unite a la reunión de Zoom https://zoom.us/j/98390076541 * ID de reunión: 983 9007 6541
Oración del Jubileo
Oh Dios,
nuestro Creador, Redentor y Paráclito,
unidos en oración, te presentamos nuestra alabanza,
nuestra bendición y nuestra predicación.Hace ochocientos años,
llamaste a santo Domingo
a entrar en la vida eterna
y a reunirse contigo en la mesa del cielo.En la celebración de este Jubileo,
aliméntanos y llénanos de tu gracia
para que podamos realizar nuestra misión
de predicar el Evangelio para la salvación de las almas.Ayúdanos a nutrir a tu pueblo
con tu Verdad, tu Misericordia y tu Amor,
hasta aquel día prometido
en que nos reunirás a todos, junto a los bienaventurados.Te lo pedimos
como Familia Dominicana,
por la intercesión de María,
en el nombre de Jesús.Amén.
